lunes, 25 de agosto de 2008

120 jornadas en Sodoma


Despierto en algún lugar de Sodoma.

Despierto a las letras

que la belleza pone en la frente

de 7 brujas impenetrables,

ídolos del ébano sumergido.

Despierto a la tierra negra

bajo mis carnes sedientas,

enumerando colillas de cigarros,

detonando

como paredes amarillas y cuarteadas

que se levantan inconclusas

en la mirada.

Y es el cielo ámbar, errado,

el olor a cenizas

que todo emana:

las ruinas de Sodoma...

2 comentarios:

Ginha dijo...

no soy experta pero me gusto mucho

Ginha dijo...

muy bueno , me gusto, aunque yo no se mucho de poesia