viernes, 18 de diciembre de 2009

Living on a suitcase (on my own)


Dioses muertos de otros tiempos
construyen castillos de arena,
juegan Monopolio
en mi mente;
Niños de la lluvia navegan en mi sangre
como en barcos de papel.

Dispongo de colores dañados,
circunscritos a la magia de los extraños y ausentes,
para pergueñar las angustias
de ciertas libélulas y aves australes.

Y perdido en demasiados atardeceres...

Alguien no contesta en mi pecho,
leo en la electricidad un credo que muta líquido.

Y en mis cuerdas, tendones, arterias, clavícula,
ebrios duendes hacen equilibrio...
y fracasan.

Yo también.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Underground

Pago las deudas con acordes terminales,
lluevan los duendes sobre los escombros de la carne,
primaveras violentas o truncas,
el polvo que aulla bajo las bombas y su poesía,
el acto que tras el telón,
escapa.

Hablo donde las raíces son rojas.

Todo es mío.

Eso rompe el círculo.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Performance: De la habitación, al mar


---En el palacio del ruido extático, a las orillas del océano---

En los ángulos místicos,
la Emperatriz escapa de diáfano papel.
Turquesa observa sin maquillaje ni corona
errantes firmamentos de escilante opaco
fabricados en sucios laboratorios.

Hace bailar su diadema en la ventana,
en la culpable caricia del mar,
de mantarrayas enroscadas al vaivén vertebral,
crematorio.

La emperatriz se vuelve luz violeta,
atraviesa la conciencia de Poseidón
para solo explotar ensimismada,
telúrica.

Sus manos se alejan .
Hipocampos rojos suben, cantan y se llevan sus vestiduras
hacia los arrecifes.

Desnuda ella en la habitación,
solo queda un tulipán digital,
un sello que se abre en gélidas cascadas.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Performance: La ciudad es una hoja en blanco


--- ciudad/cráter de ángulos imposibles y campos anti gravitacionales---


Niños del éter,
los bolsillos llenos de pastillas amarillas,
de verde lascivia se columpian desde cables de alta tensión.

La ciudad explota el pavimento con pompas de nitrógeno.
En tanto, petirrojos llueven eléctricos y heridos
sobre los acueductos.

Máquinas que asemejan astros en autofagia posan en cada esquina
como proxenetas.

Bañados apenas por la sombra de los rascacielos convexos,
muñecos de cera tipean textos cancerígenos,
doradas esferas llenas de insecticida.

Los niños del éter bajan de sus columpios
e inician una pelea con los muñecos de cera.
Se lanzan mutuamente caramelos ácidos
y cianuro en frascos de arena.

Un cadáver de plástico exquisito gira volátil sobre todos
y hace agujeros en el aire.

Los niños vencen y encierran los restos de sus contrincantes
en latas oxidadas.
Toman los textos cancerígenos
y urden con ellos un pequeño universo incierto sobre el cemento.

Las máquinas imprimen el colapso al borde de la hoja en blanco...

El Adversario (...los ojos en otro cielo)


El adversario desaparecía en la arena
y gravitaba oscuros asteroides en la palma de su mano
como se del destino se tratara
flotando en una copa llena de whisky.

Ante esto,
Adrian veía el horizonte girar sin control,
una pira humana que se expandía en sus pensamientos más recónditos.

Construyó un laboratorio tremebundo,
un imperio epidérmico
donde fraguar epidemias de organismos textuales
por descomposición elíptica,
artificios psicóticos de un verbo trans-apocalíptico.

Aun así,
imágenes del adversario,
en grises pompas de jabón,
llegaban en ciclones de coral,
con un ejército de lirios refractarios.

La maquinaria del laboratorio comenzó a colapsar
en nerviosas gotas platinadas, infinitas espadas cortadas.
Escarabajos dibujaban con crayones
soledad tribal en cada cable.

Adrian intentó una armadura de prismas vírgenes
que develara relámpagos de terciopelo asincopado,
esmeralda.

Pero el adversario tronaba,
de ecos alterados quimicamente,
los ojos en otro cielo.
Se acercaba.

Adrian, desesperado,
pulsó la tecla de la última computadora en funcionamiento.
Esta imprimió solo una frase:

Dios es un número paranoide.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Vacíos pornográficos


"My body is a cage"
(The Arcade Fire)

Todos estaban muertos.
Aun así, mi vida resplandecía, inmune a los rayos del sol.

Un día disparé a las huestes aladas
y embriagué los manantiales con unicornios, espirales,
mariposas blancas que caían hipnotizadas
con cada impacto.

Comenzó entonces
un diluvio infinitesimal que abrió
las últimas puertas insomnes de la tierra,
su eje derribado:
turbulentos girasoles morados,
marionetas locas apenas insinuadas por la gravedad,
larvas metálicas enredadas a nivel subcutáneo.

Algo canbió en mí,
como un rompecabezas con defectos de fábrica.

Fuí tentado por el vaivén del Kraken,
la fe en la destrucción del ánima.

Conjuré el vacío
como a un tierno garabato radioactivo,
el universo que respiraba muerto
el frenesí de un rabioso amarillo.

Vientos huracanados golpearon mi territorio opaco,
mi nombre fracturó su médula,
mi barco encalló en orillas primigenias.

Me encontré ansiando pinceladas que dieran otra vida,
nuevas líneas a la palma de la mano.

Cuando pude mantenerme en pie
tuve que reconstruir mi cuerpo
en base a cuentos y versos,
la sensación de ser ajeno.

El polvo de los ángeles me proporcionaba
tinta para libros de belleza hierática,
fungiformes.

Tipee estados vegetales,
estados alterados de nocturna
y piedra natura.

El mundo se despojó de su velo.

Todos seguían muertos.


domingo, 11 de octubre de 2009

Performance: los papeles siempre salen volando


Adrian enciende las mayólicas del baño
y encuentra un gusano/animal de lado metálico.
Escribe sobre él, modifica sus vértebras hacia riberas de niquel.

Una máquina imprime nerviosa verbos premonitorios, petalos subterráneos.
Perfuma el infinito con gaz mostaza.

El techo es un firmamento de vaivén asmático.
De él bajan diáfanos juguetes pletóricos de rabia.
y se columpian niños bomba envueltos en papel de arroz.

Un megáfono anuncia nuevas cámaras de gas.

Papeles en blanco vuelan por toda la habitación.
La máquina gruñe en los reflejos de un sol etílico que se cuela por las cortinas.
Emite textos bacteriales como un bisturí que abre un astro:
un diluvio nuclear bajo la cama.

Adrian baila primitivo y se encierra en los papeles en blanco.
Corta sus brazos con caramelos ácidos.

El gusano/animal gime por más,
mutila la clarividencia y los artificios.

Adrian rompe los espacios en blanco con un alicate.

Dios es una bacteria feroz, una bomba de tiempo,
proclama el megáfono.

sábado, 10 de octubre de 2009

Performance: Niña en Oz


"Haces de mi vida un juego para armar"


Lulú se colimpia, una pastilla caza colibrís en su lengua,
un revólver merodea su frente,
jugando transparente con sus otros colores.

El infinito se apaga como su último cigarrillo
en las piedras doradas del camino.

El castillo se derrumba a la distancia.

Lulú suelta el columpio
y el oxígeno estalla en temperas y crayolas
que la bañan entera.

el equilibrista


la penumbra hecha con crayolas,
donde el equilibrista navega cumbres de aluminio.

el cenicero dorado donde reposa su alma ciega,
máquina opaca,
dinamita celeste.

la luz fracturada que infunde pánico en sus pasos diezmados.

las cavidades anómalas, parafinadas,
donde anidan las torcidas venas de su cuello
como peces desconocidos.

y esperar la caída musical
en detalles ingrávidos,
en bamboleo numérico

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Fiebres del Kilimanjaro


"la violencia es un tipo de imaginación"


Fiebres del Kilimanjaro,
reflejos que asemejan cuerpos en las esquirlas;
Fiebres del Kilimanjaro,
células cual espantapájaros en pastos de mercurio;
Fiebres del Kilimanjaro,
texturas de morfina que gotean como lámparas chinas
y navegan por ríos de cobalto.

Veo plantas de aluminio,
espejos de magia sombría,
neural.

Fiebres del Kilimanjaro,
vapores de una jungla de tungsteno en el pecho,
colores derrotados por bichos acuáticos
que forman colonias en mis cartílagos.

Veo sonidos en metástasis.

Fiebres del Kilimanjaro,
el frío florece en hadas dispuestas a exterminar.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

AcuarElas


Taciturno el dios pinta con crayolas
en las praderas, el cristal y en las pompas de jabón, la mala semilla;
el brillo velado, el azul del basalto
lo dibuja en el horizonte trastocado,
dando a cada símbolo
un vértigo antediluviano
de niños acuáticos y tonos metálicos.

En las aves despierta el desasosiego,
ópalo en sus entrañas que lleva a sus plumas
números devastados,
iridiscentes elipses que cavan cretásicas.

Por ejemplo,
el colibrí se difumina en pétalos mecánicos.

El juego consiste en tirar espacios en blanco cual dados,
sinfonías agrias,
tornar líquido el cuarzo
Y verterlo en los vasos.

martes, 15 de septiembre de 2009

MadrugAda


El neón que nombra desnudo de peces sombríos
en el aire como el mar,
donde duerme la crisálida,
el número fatal.

Y las costillas rotas por el viejo amante:
una tormenta de negros parásitos que explotan,
gélidas larvas del amor de alcantarillas.

Y el silencio que descompone los sueños arbóreos en crustáceos,
en niebla hablando
y exánime derrama el ácido.

Solo calla
y asiente,
resignado.

martes, 18 de agosto de 2009

Performance: El alma es solo un garabato


(escombros. una mandrágora gigante. mariposas amarillas llenan el aire.)

El artefacto obscuro juega al equilibrista en la copa de la mandrágora.
Irrumpe textos como gas mostaza. Degrada.

Lulú sumerge su rostro en un frasco de channel n5.
construye en el suelo un pequeño manicomio con trozos de obsidiana,
de nubes de ruido que ígneas bajan.
Utiliza de pacientes a las hormigas que de entre las piedras recoge.

Adrian lee un libro parcialmente quemado, texto que el artefacto le proporciona:
letras al revés, números al revés,
nenúfares que el caos dibuja llenos de electricidad.

Lulú toma tramal y 50 mg de diazepan con mermelada.
Aparta las mariposas que se agalopan en sus ojos y saca un frasco de arsénico de su bolsillo.

Atrás se ve una explosión nuclear en blanco y negro.
El artefacto obscuro dice: "Todo ángel es una bomba".

Lulú hace malabares con el frasco de perfume y con el de arsénico.
No se diferencian uno de otro.
Se detiene y le ofrece a Adrian el frasco que tiene en la mano derecha.
Las mariposas se adhieren a su vestido azul.

De los escombros surge una máquina de neón que, afilada, se abre como una flor.

Adrian observa el frasco que Lulú le tiende y dice:
"Dios detona al otro lado de los espejos".
Transpira.

La máquina de neón llena de luces el pequeño manicomio.

El artefacto obscuro pierde el equilibrio y cae sobre los escombros.
Estos se tornan en papel. Las mariposas en papel. La mándrágora en papel.

El escenario se desploma cual glaciares.

jueves, 23 de julio de 2009

EsPejo


El niño de los dientes afilados, alcalinos,
como máquina de neón.

El niño que veía ígneos ángeles fornicar sobre los hielos polares,
sus zonas oscuras
albergando mandrágoras creciendo contra el azul.

El niño que leía libros quemados
y planeaba un atentado contra la realidad,
trabajando el ruido, diseñando nubes.

El niño que veía explosiones nucleares en blanco y negro,
y asi más larga la vida llevaba.

Él me ha enseñado
su colección de mariposas y su frasco de arsénico,
el universo allí dentro,
una figura en transición hacia el caos,
infinitos rascacielos que se desploman,
lúdicos.

miércoles, 15 de julio de 2009

CaSSandra


Mi hermana está en un manicomio. Nombra cualquiera de ellos. Está en todos.

Su nombre ahoga los perfumes en música unicelular, llena de fenobarbital:
channel n5, dior, jazmines en solsticio de verano, no importa.

Dice ver a Dios al otro lado de los espejos y en la obsidiana cuando corta su piel plena de alambre.

Profetiza que un artefacto obscuro será el próximo mesías y el próximo anticristo.
Que este dirá todo lo que haya que decir y escribirá todo lo que haya que escribir.
Será el Arte.

Toma tramadol y 50 mg de diazepan cada atardecer para ocultar a los ingenuos y a los perversos
su rostro de hada, su torso de unicornio, su alma de garabato.

Será por eso que la han encerrado.
Será por eso que la obligan a tomar aldol todas las mañanas,
a fabricar gasolina para las fuerzas armadas y a resolver crucigramas.

Escribe con crayones de otros colores cosas como las siguientes:
- El artefacto obscuro pone
gas sarín en el metro,
hombresbomba en mi pecho
y del sol un nudo en mi garganta.
Tambien recita un texto bacterial dispuesto a exterminar
como un equilibrista lleno de electricidad,
íntimos derrumbes como acrobacias en aguas caudalosas,
presto a llover nenúfares que detonan.
God`s machine still remains.-

Sé que no la veré en la luz al final del túnel.

(la frase "como un equilibrista lleno de electricidad" es de Cesar Gutierrez)

martes, 7 de julio de 2009

Performance: el acto es solo accidente


(la planicle. Un árbol metálico ante el cual hay un libro y una botella de mezcal)

Adrián ilumina el aire de escarlata
como si con muñecas de trapo jugara.
Utiliza pinceles de cera,
trazos del ánima mecánica;
envicia el cuerpo en tonos cardos,
pétalos que vigila el artefacto obscuro
desde el árbol metálico.

El mezcal luce esmeralda, refleja la madrugada,
el misterio de sus hilos como rios que se apagan.

El libro abierto late en cascadas,
sus trémulas letras en el vaivén de la luna
y turbias violetas que descienden en sus simas
forjadas de volatil cristal;
libro abierto a las orugas infinitas,
que el artefacto obscuro llena, posado en la copa del árbol,
con hilos de oro que el mundo respira, mientras entona:
"el acto es solo metáfora. el acto es solo accidente."

El aire acentúa en dorado y cae.

Adrián lleva ante el árbol un monolito, una sombra
que saca del bolsillo,
violencia de vapores y caramelo que en ébano torna.

El artefacto dispara fantasías de otros colores,
torres de marfil deconstruidas,
difusas,
como fuegos fatuos en mar de basalto.

El libro llena con sus páginas la escena.

El mezcal se derrama.

jueves, 25 de junio de 2009

Acciones multicolores


El personaje que vuelve luz
aguas de borrasca,
artificio y figura de otras noches,
forjador del ánima mecánica,
piedra narcótica que en el agua derrama
tornándola aurora.

Y su aire, de muñecas de trapo jugando la seda,
y su secreto, vasto,
enarbola una gema.

sábado, 21 de marzo de 2009

Performance: Ojos pálidos


[La habitación de adobe. Adornos, un florero y objetos que parecen de utilería]


En miedio de la habitación
baja un sucio ángel (de férreas alas)
con los ojos cerrados.
Abre los ojos. Son pálidos.

Lulú extiende sus manos.

Explota el florero, explota la tv en blanco y negro.
Se cae la pared frontal del cuarto adobe carmesí.

Lulú se queda paralizada y ve ante sí
un calcáreo oasis en que se revela
(como Un astro decreciente)
un trunco obelisco animado.

El ángel se saca los ojos
y estos se tornan en barquitos de papel partidos en 2.

Flores de concreto pardo
surgen como antiquísimas mariposas del obelisco.

Lulú avanza hasta el oasis.

Un pájaro derribado en premeditado naranja,
luciendo un pequeño vestido de novia,
hecho de cráteres por fosforescentes hipocampos,
se posa en una de sus manos.

Lulú lo aprieta y lo aplasta.
Abre la mano y el ave ya no está.

El ángel, ciego,
se estrella contra una de las paredes de la habitación que no se ha derrumbado
y explota rojinegro.

Lulú lanza un bostezo.

domingo, 1 de marzo de 2009

Performance: Solo Rostros


Las respuestas enemigas sin preguntas
de un mal sueño, acurrucadas crustáceas
en una esquina vacía.

Y la mitad de cada rostro tríptico,
mutilado, transformado en el quirófano,
reptan en la esquina, en sus paredes,
como manchas de carbón;
facciones ciegas, que no respiran,
que no se quedan inmóviles.
La brisa los fluctúa virulentos,
bacteriales.

No son hombres.

Solo rostros que se unen a la penumbra
de langostas atacando
el sembrío de deseos no correspondidos,
el querer danzar con las respuestas enemigas,
verticalmente cercenadas
y queriendo agenciarse un cuerpo
con los crustáceos.

domingo, 22 de febrero de 2009

Performance 16 // hielo cubre los hilos


Adrián acribilla montañas vehementes,
química
donde aeroplanos líquidos derraman sus ciegos pasajeros
en nebulosas gardenias
y sus pétalos el hielo cubre de hilos
laberínticos,
bardos.

Lulú cabalga praderas de plástico
y la incógnita de colores bálsamos
y el susurro extático
en algún punto desubicado,
psiquiátrico,
en un cuarto blanco
recubierto de satín rasgado.

Adrián y Lulú se toman de la mano.
Se quema el escenario.

El texto se quema.

jueves, 5 de febrero de 2009

Performance 15 // dunas de terokal


Lulú ilumina,
abre la puerta al pais de las maravillas;
la inscripción en sus astillas:
un nombre bajo,
magullado en celeste,
que baila
traicionado.

El paisaje:
azul nieve sucia
e inclinadas, inmensas torres de porcelana
abiertas
a tulipanes,
nocturnas cumbres de arcilla.

Lulú avanza sonámbula,
asesina,
y el torso desnudo, en colapso,
de arabescos que nada significan.

Suenan trompetas.

Y como en dunas de terokal,
la nieve, sexo, en hojas se transforma,
las torres,
rocas.

Lulú se detiene.
Se muerde los labios y tararéa.

viernes, 30 de enero de 2009

Performance 14 // Love is a big, white hole

[Adrián. La amante. La habitación sin ventanas, el acuario y la cama]

Como pez siamés,
hipnotizado, Adrián,
un dedo en la página borgoña;
su piel,
un túnel debajo de la cama,
túnel cetáceo
de vidrio espartano
cuyo eco fracciona
musical,
encantado.

En el mustio acuario,
la espiral
(que de noche se lleva las estrellas hacia algún glaciar)
arrebata
la mancha de tinta
y la convierte en porcelana, un nexo.

La amante escapa del crucigrama,
inarmónica,
solo un nudo de orquídeas en la garganta.

Y un poco de arena
que ha quedado sobre la cama
vuela.

Adrián y la amante se miran.
Disparan.

martes, 27 de enero de 2009

Deconstrucción


Soñemos en amarillo
y blanco frenético
con el pequeño lenguaje
del ala herida:

Larva en la cámara de gas
empezando
errática
la seda,
las frases.

La poesía es carne.

lunes, 26 de enero de 2009

Performance 13 // elegante


[ ante una esfera que de dárdanos
vastos explota, en la pared, en el muro,
medicado tras crepúsculo
y que el Príncipe mira
blando,
discapacitado. ]

Y de arcilla
goteando,
el Príncipe fraccionado,
cual indómito pulsar,
termina sobre un puente
encaramado.

Y denso,
pálidos diagramas en su cetro,
se desplaza
(a lo largo de planos quebrados),
químico ardor envolviendo los páramos,
a paso elegante,
metástasis
y de mármol su astro.

El Príncipe da vueltas
a su caja sórdida,
en la que un dado trópico
rueda
y no enfrenta
ningún azar.

sábado, 24 de enero de 2009

Lord is a chemical


Jarabe para la tos,
verde luz
en una grieta desplazada, anómala.

Jarabe para la tos
para ahondar el blanco de la ventana
y, en rapto,
el vapor virginal.

(Negada, la imagen de la adivinanza,
en calma,
mar envuelto
y platino,
en que prima el duelo.)

Y desde el cesped plomizo,
el salto al vacío vespertino
en una garganta.



Performance 12 // Tríptico


El guerrero toma Urbadán,
la caja sórdida
cual temblorosa dermis vegetal
y vasto,
enumera sus espíritus,
incendiaria inmersión
en lagos de arcilla.

El guerrero ve una acuarela a 10mg:
nudos de nubes turquesa
como flores al tacto violadas,
arquitectura donde respira
un fragmento del neón.

El guerrero,
enfrentadas sus facciones nórdicas en el humo,
deja que en el sendero de la serpiente
nazcan espirales,
quimeras,
desnudas como gotas.

viernes, 23 de enero de 2009

Performance 11 / Primitivo


[ una llanura helicoidal, un árbol
como espada matando al monstruo, clavada en su centro ]

Cae un objeto de la copa de un árbol
fabuloso,
hembra y de pequeña esmeralda.

(hay un espejo empotrado en el tronco)

Lulú recoge el objeto
(su vestido que se esparce como néctar azur,
de franjas).

Es un cuerpo ficticio, rampante
y de huesos ausente
como acuarela
que en alcohol se pierde
musical.

El cuerpo salta, huye de Lulú,
(con mil ojos, mil piernas)
y desata textos lunares
sobre las piedrecillas de la llanura.

El movimiento repentino espanta a las hadas
que descansaban voluptuosamente
en un tulipán.
Llenan el aire como un enjambre.

Es un unicornio,
dice Lulú, que corre sin dirección y señala el cuerpo.

Las hadas rompen el espejo.

sábado, 17 de enero de 2009

Performance 10// Toxinas


[una habitación olímpica, sexagonal ]

La carne, en un rincón, observa, como el ojo de la tormenta.

Adrián a grandes pasos por la habitación,
avanza de vértigo en vértigo,
disfrazado de cancerbero
y descalzo.

Se ejecuta una tersa ceremonia musical
en un pequeño infierno tras el velador.
La ofician siluetas de madera, subterráneas adolescentes dormidas.

Hay innumerables pastillas regadas por el suelo.

Un artefacto oscuro
(posado en la cama como una divinidad egipcia)
desconecta el compás,
vibra brutal las aristas
e introduce una clave del caos:
La carne como el cristal devora,
la carne muta
y espera.

Adrián cae de rodillas frente al artefacto
como un pétalo
y su vaho a peyote.

(las células explotan)

(la carne ha desaparecido)

Todo se torna líquido.

El artefacto es un signo.

viernes, 16 de enero de 2009

Performance 9 /God´s machine


[una habitación como un acuario, una cama remendada, un armario perfecto]

Un artefacto oscuro (posado en la cama)
multiplica las texturas,
trastoca las líneas verticales.

Entran luces en el acuario opalino,
veladas,
como ahorcadas por seda.

Un cienpiés, dopado,
sube la pared transparente
y cava un bosque amarillo, ardiente.

No hay dioses en la habitación
pero una figura discurre opiácea
con diversos antifaces.

(un golpe sonoro)

La máquina repite el movimiento:
el silencio, su color bacterial,
se descompone en crustáceos.

El armario de caoba se desintegra uniforme
en fardos repletos de estrellas pardas.

La figura se descubre.
No es nadie.

El mundo ha cambiado.

domingo, 11 de enero de 2009

Performance 8 (Sun can break//otra textura)


Lulú lleva flores cetrinas en el pelo,
vidrios
en los que una nave duda su naufragio.
No baila ni reza.

(las cometas caen sin viento
sobre pentagramas que borran el suelo,
confunden las orugas.)

Como rabioso mar de mercurio,
otra textura
flota alrededor de la niña,
deslizando nombres volcánicos,
tóxinas de la brisa
y equilibra en sus labios
árboles que brillan.

(A lo lejos está la habitación.
Adrián la observa pulsar
por una de las ventanas.)

El sol se puede romper,
murmura el aire fragmentado en el oído de Lulú.

viernes, 9 de enero de 2009

Performance 7 (un episodio vano pero concreto)


- la lluvia (que devuelve el espejo)
y el verbo ( distante y fuxia,
saturado,
que destila segundos llenos de mezcal)
vibran. -
-la habitación, llena de polvo.-

Adrián gira y gira sin mirar a Lulú.
Conoces la salida, las cenizas,
dice
y hunde las arenas.

Las polillas giran alrededor de la lámpara.

Da la medianoche en el reloj. Todo se detiene.

Lulú monta el dragón blanco.
Su entrepierna escapa y regresa como un sendero de pálido púrpura,
pequeño, irrefrenable.

(los lirios que en un jarrón se derrumbaban afiebrados,
están detenidos en el espacio.
Adrián perfuma el mezcal.)

Lulú abre de infinito la belladona,
multiplica la habitación por muñecos de terciopelo.

Dan las 12:01. Todo se mueve de nuevo.

Las polillas giran alrededor de la lámpara.

Lulú se detiene.

Espero, simplemente, equivocarme,
dice Adrián
y saca una soga de una caja.

jueves, 1 de enero de 2009

El bosque es otro


La ciudad apagada, exquisita en susurros;
su vientre derribado,
vertebral,
- siempre hay un túnel,
dice.

Y la niebla derribada vírgen
y sensual,
como una espada en el suelo,
- arriba es exactamente igual,
dice.

Los gorriones no se detienen.


*Texto-escenario de Performances