2:45 a.m.

A luces cualquiera
de flores enigmáticas
perdidas en las madrugadas
de calles extrañas
y la garúa despertando
de entre sucias hadas
la magia del caos.

Evol

Aun puedo destruir
profecías solitarias,
misterios pasionales de guerreros inmisericordes
y pronunciar
en la risa de opacas máquinas
el reflejo del crisantemo,
la belleza que brilla
cuando los niños llevan por dentro
el instinto de destruir
y cortar por lo sano
la humanidad.

Dreampop (2)

Gota a gota
descendiendo en delirante, suave diluvio
cual monolíticos,
crípticos ángeles de marfil
desde hermosas flores de maldad en nuestros pálidos corazones
y elevando en ébano mariposas
brutales en su esplendor,
dionisíacas,
siempre acabando
en infinitas destrucciones.

Levantando el vuelo

Maravillosas,
a zonas oscuras,
las aves levantando el vuelo
como terciopelo,
químicas, erráticas,
sedantes
e invisibles siguiendo al sol en su abismar
y solo así volviendo fluorescente
la pureza del ruido
arrastrada por sus alas.

...

Decepcióname
en carne, huesos, epifanía,
la revelación
que lleva la belleza destruída.
Decepcióname,
el sol, su orgía,
espiral que mora tu sangre
y el limbo,
su propia caída.
Decepcióname,
sueños en vigilia,
caos en el deseo,
tu olor que todavía me agita.

El blanco de tus ojos.

Y si una sola lágrima
brota
dividida, iluminada en su ira
y rompe las tablas, su aurora,
es el blanco de tus ojos,
el ahogarse de su temple,
difunta revelación
y fragancia que voraz acentúa.
Es someter el borde, el hielo,
un destello que finge bajo el desierto.

Dreampop

Flotando en el estanque,
sugerido en besos,
nuestro indistinto beso,
traslúcido,
cantando violetas
y agotando las formas
como campanas que suenan;
se dirige en aromas,
tristessas
y gobierna escarlata
sobre aves sin nido
como sangre que admite
inminentes rupturas.

Demasiado humano

Guerrero que consume el día
demasiado humano
y las pastillas no preescritas
de entre adivinanzas y enigmas,
olvida la espada sobre la mesa,
desaparece
y la armadura que muere con Dios.
Es un minuto que enfrenta
y pierde
cual dados rodando bajo la colina
y transformando la vida en solo piedras,
una sobre otra deviniendo
en nueva torre de Babel.

Abiertos espacios en blanco

Bajo la lluvia
y el eclipse en versos puros,
disperso en libélulas
dibujadas en rojo luminoso
y sereno al final,
destruyendo.
Así es como inmolo los días,
abiertos como heridas en blanco,
como perfectas, místicas praderas
y el deseo volviendo nivéo,
escribiendo uno a uno
los universos a ocultar.

Tóxicas imágenes de aurora

Y a través
de tóxicas imágenes de aurora
y texturas,
pensando en garabatos,
dejándonos llevar por hilo plateado
hasta el confín de tiempos carmesí,
elevamos como negro incienso
la sombra del deseo,
lo infinito en el cuerpo,
y hacemos añicos, una vez más,
nuestros nombres.

Vocación

En el inicio,
las estrellas que se ausentan,
la esperanza cualquiera
y su espíritu en llamas
como bosque rubí
incinerado por una lágrima.
En el inicio,
el vértigo a su lado,
doblegado en sus entrañas,
por doquier,
y respondiendo al ardor,
violentas,
hermosas palabras.
Al final,
de entre lila, bella tormenta,
frente al papel
y la máquina,
no hay excusas.

Pizarnik

"Buscamos el absoluto y no encontramos sino cosas."

(Alejandra Pizarnik)

Cuentos para dormir (3)

Desnudas hadas
hablándole al cuerpo
en su iracundo perpetuar
y siempre devotas
desde elegantes, sobrios laberintos
sembrando insolente terciopelo
en los sonidos tras el mar.
Son desnudas hadas
que han dejado atrás
todo pensamiento, alas o sentimiento.
Solo estrellan su transparencia
y ponen fin a las aguas calmas
y a toda claridad.

Cuentos para dormir (2)

Bajo la sombra
de las lilas soterradas
crece el murmullo de hastiados unicornios
aun cautivo y delirante
mientras melancólicas estrellas
queman estas tierras.
Y este murmullo subterráneo,
turbiamente mágico,
alimenta a cada guerrero,
la furia de Dios
y su opaca, lúgubre maquinaria de hadas.

Hemos decretado
nuestro significado.

Belcebú

triste,
elegante ángel,
perdiste tus alas
buscando el verbo,
la perfecta poesía
que abriera toda puerta,
que inquietara todas las aguas.

Génesis 666

Y culminando
rojo, fausto,
pronunciar las noches,
las etéreas noches,
en arte imposible:
el paraíso que esconde el mundo
en imperfectos, perversos números.

Esperanza en el espejo

De musicales jazmines flotando en tu pelo
como calladas decepciones soñando contigo
y buscando noches inmensas,
es que vuelvo a vivir las paredes con símbolos.
Y verte de nuevo en el quebrado espejo,
antiguo firmamento liberado en seda,
de arpas sonando y uniendo los fragmentos,
volviéndo uno el mar y el desierto.
Así te veo.
Así florezco en mí el enigma de todo lienzo.

Ave fénix

De las ceniza el viento volvió,
alucinado,
travestido,
emigrando a vacíos rincones de azul
cual pintado con azuzenas
y veloz ahora se lleva
el brillo de imperios de cristal,
los finales abruptos,
los pensamientos impuros.
Vuelve cual esperanza,
nos atrapa dormidos,
soñando laberintos
y por fin así podemos escribir
la palabra que importa,
el número por el que comenzamos.

Cuentos para dormir (1)

Como huesos de pájaros cantando
inexplicables,
tiñendo las melodías de almas azuzena
y hermosos terrores infantiles
impregnando los jardines,
derrotados universos
llenos de rencor.
No son tan solo historias,
es la vida que estalla
entre flor y flor.

Abismo otoñal

Y en las tardes viciosas de otoño,
frágil, deslumbrante
el abismo esencial en cada número fugaz,
sumergido
en las espléndidas voces del rocío
y los eternos excesos
deslizando espinas, océanos inquietantes,
gardenias inconclusas
en aquellas hermosas visiones de otoño.

Pastillas vírgenes

De las vírgenes sombrías
que habitan los portentos del suicidio
cual grises girasoles y jade,
deslumbrando.
De pristinas pastillas, siempre marcando la ruta,
enormes fuegos fatuos,
quebradizos.
Y así los susurros
a través de las piedras
llevando la poesía de vírgenes y pastillas,
solo un secreto,
una exquisita ciencia.

Donde se pierden las plegarias

y son las estrellas las que a veces mienten,
no tu cuerpo.
Y son tus ojos los que hacen arder la tierra,
no el sol.
Y es toda plegaria lo que tú te llevas,
no Dios.

Un sueño olvidado

Encontrar las simples razones:
un poco de sangre, un poco de ardor,
una antigua canción,
un sueño olvidado.
Encontrar como morir y sumergirse en celestes laberintos.
Encontrar como enamorarse y no ser correspondido.

Génesis

En el primer día,
el encenderse de las formas,
delicado vacío
como en las hojas de otoño.
En el segundo día,
la tierra disolviéndose en infinito rocío,
ebria en los resplandores
de salvajes luciérnagas,
fugaces colores que terminan en la niebla.
En el tercer día,
la muerte de los unicornios,
la caída de los ídolos;
por fin,
música que palpita.

Trovadores

Contamos serafines, turgentes historias
de piezas esmeralda,
maravillosos vacíos flagrantes
cual siniestro amarillo dibujado en espirales.
Revivimos cautivos príncipes,
demonios del arpa
encantados cual melancólicas mujeres
durmiendo bajo la espada.
Pronunciamos así la belleza
en sus angustiosos rincones,
sencillamente
olvidando.

TR

Poesía

desde el polvo a nuestros pies,
la angustia distinta,
la terrible oscuridad de la materia,
maníaca,
sumándose lasciva
a las indómitas olas,
a la hoja en blanco
y simplemente transcribiendo,
aurora tras aurora,
las muertes insignificantes.

Las vírgenes atribuladas

Vírgenes lívidas, bajo el cuello, rozando,
casi fatales
velando cual cirios
las aguas dolorosas.
Y el caliz que trae la brisa,
en sus manos,
sutiles vírgenes de sombra,
elevando crípticas
el miedo,
el deseo
a dulces cadenas floridas.