Gota a gota
descendiendo en delirante, suave diluvio
cual monolíticos,
crípticos ángeles de marfil
desde hermosas flores de maldad en nuestros pálidos corazones
y elevando en ébano mariposas
brutales en su esplendor,
dionisíacas,
siempre acabando
en infinitas destrucciones.
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