
El guerrero toma Urbadán,
la caja sórdida
cual temblorosa dermis vegetal
y vasto,
enumera sus espíritus,
incendiaria inmersión
en lagos de arcilla.
El guerrero ve una acuarela a 10mg:
nudos de nubes turquesa
como flores al tacto violadas,
arquitectura donde respira
un fragmento del neón.
El guerrero,
enfrentadas sus facciones nórdicas en el humo,
deja que en el sendero de la serpiente
nazcan espirales,
quimeras,
desnudas como gotas.
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