
De cuarzo,
de espíritus lejanos,
palabras y en polvo convertidos,
maravillosos,
como cuerpo que abre su carne
a lo secreto
en noches antiguas,
primitivas,
de faros tanto tiempo apagados,
como navíos encallados
que ni el viento roza.
- Noches que no puedo descifrar,
los ojos desorbitados
y ese extraño exilio
en que se convierte
la propia cama
(de espíritus lejanos,
flaqueando...)
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