lunes, 25 de febrero de 2008

Madrugadas

Despiertas un cuerpo
disperso en tus fauces,
estrellas que sacudes al compàs de tus manos
y el jardìn de hilos blancos
envuelto en negro àmbar.
Son madrugadas que descubres,
deslumbrantes,
exactas,
elegantes amapolas de aluminio
como mùsica lejana,
ajeno universo que nada calma.
Es lo que explota en tus miembros,
el galope de lo inmenso,
el origen del desvarìo.




"to the promise land in the darkest sands..." (Mark Lanegan)

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