
el mar se calma
lejano,
explota las gotas como espirales,
claras en el tungsteno.
Y un niño cubierto de seda
y aluminio juguete perdido
transparente baila,
ficticio.
La marquesina es ámbar.
el niño busca números.
el mar,
refugio.
Baja el telón.
es de acero.
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