jueves, 11 de diciembre de 2008

Poesía/carne


en una frontera comenzó su poesía,
un verbo feroz,
de alabastro,
de otra pureza
como del abismo tártaro
en esferas.

y en selva vírgen
continuó su poesía,
solo alimentándose con las perlas
en que brota la escena opaca,
fracturando la carne
en substancias extrañas.

Durmió con el perfume de los cuerpos impuros.

Sacudió la tierra.

Reconstruyó el silencio con plantas convulsivas.

Pero nunca terminó la poesía.

El deseo era demasiado grande.

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